4.04.2008

EL OLVIDO

EL OLVIDO

¡Por qué... por qué
se fue y no volvió!,
me repito cada tarde
al ponerse el sol.
Mi alma siente un vacío
y frío, mi corazón.
Mas cuando al otro día
de nuevo vuelve al salir el sol,
una fuente de esperanza guardo yo,
y veo el horizonte de color
que se llena de neblina,
y nubes grises empañan mi visión
cuando de nuevo por la tarde
se esconde el sol.
Y sola me repito, por qué...
por qué se fue y no volvió
y al decirlo mi alma
siente un vacío y frío, mi corazón.

© Eva Suárez Nogueira

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